lunes, 30 de marzo de 2009

El que ríe último...

Escuchamos los pasos, sabíamos que él estaba viniendo. Cuando entró sin preguntar ni pedir permiso nos encontró a ambos a medio desvestir y muy cerca el uno del otro. Sus ojos se transformaron e indignado dió media vuelta y emprendió viaje hacía el lugar de donde vino. Ella no pudo contenerse. Le pidió que por favor se acerque, que se quede entre nosotros, que juegue un poco con ella y su cuerpo. Él accedió. Los miré por un rato con serenidad. Luego de que él hizo lo suyo, concluyó: "¿Dormimos?" Claro que yo no dormí con ellos. Me fui a dormir solo sabiendo que por la mañana ella me despertaría atragantándose con mi pija en su boca mientras él se va con un "Chau mi amor" de la boca de su siempre amada.


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martes, 17 de marzo de 2009

Despertando a la vida.




"No sé ustedes pero a mi
me preocupa lo que esta sucediendo en el mundo.
Me concierne la cultura,
me interesa los sistemas de control.
Esos que controlan mi vida
y buscan controlarla aún más.
Quiero libertad, eso es lo que quiero.
Y lo que ustedes deberían querer.
Depende de cada uno de nosotros derrotar
a la avaricia, el odio y las inseguridades.
Porque es el modo central de control,
hacernos sentir pequeños, patéticos,
para que estemos dispuestos a renunciar
a nuestra soberanía,
nuestra libertad,
nuestro destino.
Deberemos estar concientes
de que nos estan condicionando de forma masiva.
Desafíen al estado de exclavitud corporativa,
el siglo XXI será un siglo nuevo,
no el siglo de exclavitud.
Será una época en que la humanidad
se levantará por algo puro y corrrecto.
La verdad está frente a ustedes
pero ellos presentan un montón de mentiras.
La resistencia no es en vano,
ganaremos esta guerra,
la humanidad no será derrotada.
No somos un montón de incapaces.
Vamos a pararnos, a ser seres humanos,
vamos a molestarnos por las cosas reales,
las cosas que importan.
Eso es todo, es todo lo que tengo que decir.
Nos vemos en la corte
."



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lunes, 16 de marzo de 2009

Tibia leche de mi cuerpo.

La idea no era más que sentarse en la computadora a webear un rato, ponerme al día con algunos asuntos, básicamente. Boxer y remera negra de tranquilos domingos en casa. Alguna música que ella le gusta, sonaba en la pc.

Bebé, ¿Te jode si te hago unos mimitos mientras hacés tus cosas en la compu? Es que no me alcanzó lo de hace un ratito. Me pregunta así como al pasar.

Por supuesto que no.Le respondo esperando unas caricias, unos masajes tal vez.

Y sin más, se arrodilló delante mio y mientras yo hacía mis quehaceres cibernéticos, bajó mi boxer y muy suavemente -en primera instancia- comenzó a chupar todo lo que se encontraba a su alcance.

Empezó por la cabeza, hasta dejarla colorada a más no poder. Mucha lubricación para pasar al tronco que daría lugar a meterse ambos huevos en la boca.
La dejé acomodarse por completo sobre mi cintura y muy rapidamente tomó el control sobre todo mi cuerpo ya relajado.

Sus movimientos cada vez eran mas intensos. Me miraba desde abajo mientras se atoraba con mi pija hasta el fondo de su garganta. Recogí cuidadosamente su pelo para controlar sus arremetidas. Así la quité para poder ver su cara de puta, sus ojos desorbitados y sus labios llenos de flujos y saliva. No pude más que chupar los restos de mi propio cuerpo en su cara y volver a coger su boca hasta el fondo.

Me fascinaba ver como cada vez que mi pija llegaba al fondo, ella escupía toda mi pija y mis huevos para chuparlo todo y volver a empezar. La hija de puta la chupaba como una experta, me controlaba, me hacía gritar, me hacía acabar.

En una de las decenas de arremetidas, la sostuve y no la dejé sacarsela. Y así.. haciendo tope con mi verga en su boca, acabé.

Le pedí que me la mostrase en la boca pero por su cara logré entender que mi leche ya era parte de su digestión. Que mi leche ya era suya.
Despues de todo, yo solo quería chequear unos mails nada más.


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domingo, 8 de marzo de 2009

Fiebre de sábado por la noche.

El amanecer se hace inminente. La noche pasó junto con el atardecer de un sábado negro, húmedo y caluroso. Pero ahora ya estoy en casa. La comodidad y el confort, mis fieles aliados, hacen de mi madrugada uno de los momentos más placenteros del fin de semana.

Me despojo de vestimentas y me acomodo. Lo cierto es que estoy algo caliente, pero como dicen unos que yo conosco "ya no hay faso, ni beso, ni alcohol para consolarte". Solo estoy yo, en mi sillón, con mi música y por supuesto, con mi cuerpo.

La música empieza a volar en compañia de mi imaginación. Ella se viene a mi imaginación, y junto con ella, aquella otra y esta otra también y por qué no esa de allá. Mi cuerpo responde y yo lo dejo fluir. (No cabería ninguna otra palabra que no sea "fluir" para este momento, por cierto)

Me entusiasmo, la música me lleva de aquí para allá y todo es texturas y sensaciones placenteras. Mis extremidades se convierten en entes totalmente independientes y cada uno en su camino, pero todos desenbocan en el mismo lugar: mi imaginación.

Bailo. Bailo con mis manos en mi miembro que está tan contraido y acelerado como mis brazos. Todo se vuelve vertiginoso, pero la música mantiene la calma, no quiere seguir mi juego.

La canción finaliza y con ella caigo rendido. Sin dudas una bella y placentera forma de dar por finalizado mi sábado. Es hora de irse a dormir y es tarde. Tarde para la ropa y los piyamas, tarde para todo. Asi que solo queda adentrarme bien mojado en esos sueños de toboganes y submarinos de colores. Muy buenas noches.


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