domingo, 30 de mayo de 2010

En órbita.

Entramos. Sus labios sobre los míos. Sus manos sobre la mesa. Su espalda contra mi pecho. Mis labios sobre su cuello. Mi pelvis sobre su culo. Sus pantalones en el piso.

Mis labios sobre sus labios. Mis manos sobre su culo. Su remera sobre la silla. Sus tetas contra mi pecho. Su bombacha en el suelo. Ella sobre la mesa.

Mis labios sobre sus labios. Mis dedos sobre sus labios. Mis labios sobre sus labios. Sus piernas sobre mis hombros. Sus manos sobre mi cabeza. Sus dedos sobre mis pelos. Mi lengua sobre su clítoris. Mi lengua sobre sus labios. Mi lengua en ella.

Ella en mí.
Yo en ella.
Yo en ella.
Yo en ella.
Ella en toda la habitación.
Ella.
Ella.
Ella.



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martes, 18 de mayo de 2010

En mí nunca la encontrarás.




Todas las maneras de ser a las que aspirabas,
ese soy yo.
Me veo como quieres verte,
cojo como te gustaría coger.
Soy inteligente, capaz y, aún más importante,
libre de tus inhibiciones.



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miércoles, 12 de mayo de 2010

Yo, el Otro.

Y la mejor parte de todas, será ese momento cuando te enteres que esa pija que te cogíó tanto, no era otra sino la mía. Que la lengua que recorrió cada milímetro de tu piel, que atravesó cada endidura de tu cuerpo, que tragó con tanto placer cada orgasmo producido... era la mia y no la de él.

Si, esa cara quiero ver. Y él... él estará muy contento de verte así.



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jueves, 6 de mayo de 2010

Tu mundo, el mio y la Otra.

Ella dice que le gustaría sumergirme en burbujas y ahogarnos en humo. Que le gustaría que la toque toda, pero solo a ella. A nadie más. Luego quiere que vayamos por ahí a recorrer el lugar buscando a alguna para que nos acompañe. “Enigmática” fue la palabra que usó para describir como le gustaría que sea.

Me cuenta que quiere besarla muy profundo y que, a partir de ahí, empiece su fantasía. (La nuestra en realidad, luego recuerda)

Dice que se va a esforzar mucho para que yo no pueda quitarle la vista de encima. La muy puta quiere que yo cumpla sus órdenes.

Me gusta escucharla, que me cuente todo lo que quiere hacer conmigo. Mientras sus labios siguen escupiendo imágenes, me empiezo a tocar. Ella mira, deja de hablar y tras unos momentos, sigue.

Me dice que lo primero que imagina es, a mi desnudo acostado en su cama. Que observo con la mirada muy prendida, cómo la Otra es desvestida por ella. Me confiesa que se muere por sentir la piel de la Otra, de recorrerla, de meterle la lengua en la boca y que yo me retuerza de ganas de meterme entre ellas.

Se pregunta en voz alta hasta cuándo podría aguantar no ponerme una mano encima mientras la Otra la recorre. Finalmente termina confesando que no podría evitar empezar a pajearme mientras desvirga sus labios lésbicos. Que le gustaría que las separe y la bese a ella, mientras la toco a la Otra.

Me comenta que le gustaría (pero solo por un rato) observar la escena algo apartada, ver como yo me entretengo sin ella. Ver cómo le abro las piernas a la Otra y me sumerjo en sus jugos. Ver como succiono los labios rosados, solo para luego, besarla a ella y que sienta el sabor en mi boca.

Es imposible no tentarme mientras ella me cuenta todo esto, por lo que juego y me toco, como quien no quiere la cosa. Ella se hace la desentendida de mi hacer, y sigue:

“Por más que fantasee con una mina, la adicción por tu pija siempre es latente.” me dice como si yo eso no lo supiera. Que ingenua. Me cuenta entonces como le sugiere a la Otra que la toque, para que ella pueda agarrarme la pija y comérsela mientras la pajean. Quiere que le agarre el pelo como siempre y tire fuerte.

Puedo ver en sus ojos como las pupilas se le dilatan, como empieza a temblar de imaginarse chupándome la pija, mientras le chupan la concha a ella. Ella movía sus labios contándome, yo movía mis manos escuchándola.

“En un momento te vas a acostar, y yo le voy a ordenar a la Otra que se siente en tu cara. Si… si, te va a poner la concha hasta que te ahogues de chupar. Te va a apoyar los labios bien hinchados en la boca y vos vas a jugar con tu lengua y yo voy a chuparle la espalda, le voy a morder los hombros para finalmente, como no podía ser menos, con la espalda de ella adelante y agarrandole las tetas, te voy a montar la pija hasta el fondo.”

No pude más que acelerar el ritmo de mi mano. Me pajeaba con violencia mientras escuchaba atentamente. Ella profundiza su fantasía hasta llevarme al límite.

“Y me vas a escuchar gritar como nunca me oíste. Sé que eso te calienta como pocas cosas, así que presumo que no aguantarías mucho en esa posición.”

Entonces me cuenta como seguramente yo las correría a ambas para cogérmela a la Otra sola. Que la pondría en cuatro y que clavaría los ojos en su mirada mientras ella se pajea viéndonos.

“Seguramente me vaya a cansar de verte sobre ella y te quiera para mí solita un rato para hacerte acabar todo.”

“¿Ah sí?” Le pregunto con la voz fatigada.

“Si, y la voy a agarrar de los pelos a la pendeja de mierda esa, para que me cojas a mí y me des tu leche. Y ahora es la puta la que mira, para ese momento seguramente ya empiece a tomarle odio. Así que en venganza y luego de sentirme muy muy cogida, le voy a decir que me chupe la concha. Y mientras accede a mi pedido, vos te vas a preparar para cogerla de nuevo.

Y así vamos a estar, vos garchándotela, yo sintiendo la chupada más rica hasta el momento y ella, la marioneta más feliz de esta obra. La hija de puta seguro la chupa tan bien, que me van a dar ganas de acabarle toda la boca. A todo esto, parece que vos ya vas a acabar, ¿No?”

La respiración entrecortada llenó la habitación.

“Bueno, lo que más me gusta lo voy a dejar para el final entonces, en donde nos paramos y me pones contra la pared. La agarras a la pendeja y la arrodillas en el piso. Y ahora sí, tu pija me entra de nuevo. Me vas a coger contra la pared mientras ella desde el piso, chupa nuestro sexo. Vas a seguir así hasta que yo te diga. Y cuando me canse, me voy a arrodillar junto a la pendeja, te voy a agarrar la pija así, de esta manera, bien fuerte y te voy a pedir que me llenes la boca. Vas a hacerlo ahora, ¿No? Dale, acabá”

El brillo en sus ojos me hace pensar que mi leche es una necesidad para ella. Pensar eso me completa. Como era de suponerse, apenas la primera gota se asomó, fue a parar a su boca. Ella degusta su propia fantasía en mí y yo.... yo solo acabo en ella.



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