miércoles, 30 de junio de 2010

Tú y yo (somos lo mismo).



Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en mí.
Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en ti.



~

jueves, 24 de junio de 2010

viernes, 11 de junio de 2010

Ya no lo niegues más.




Algo tiene que cambiar.
Un dilema innegable.
El aburrimiento no es una carga
que cualquiera debería sostener.

La constante sobreestimulacion me entumece,
pero no podría quererte de otra forma.

No es suficiente,
necesito mas.
Nada parece satisfacer
No lo quiero,
lo necesito.
Para respirar, para sentir,
para saber que estoy vivo.


Demuestrame que me amas
y que nos pertenecemos
.
Relajate, date vuelta y toma mi mano.

Te puedo ayudar a cambiar momentos cansadores por placer.
Di la palabra y estaremos por el buen camino.

Armonia y balance,
dolor y alivio.
Muy profundo dentro tuyo
hasta que no me quieras de ninguna otra manera.

Pero no es suficiente,
necesito mas.
Nada parece satisfacer.
No lo quiero,
lo necesito.
Para respirar, para sentir,
para saber que estoy vivo.


Esto te dolera un poco
pero es algo a lo que te acostumbrarás
.
Relajate. Soltate.

Es algo triste como
las cosas llegaron a ser como son.
Insensible a todo.
¿Qué pasó con la astucia?

¿Cómo puede no significarme nada
si realmente no siento nada?

Seguire excavando hasta sentir algo.
Demuestrame que me amas y que nos pertenecemos.
Relajate. Date vuelta y toma mi mano.





~

lunes, 7 de junio de 2010

Atardecer de conversación ajena.

Él: La soledad quema la cabeza y enfría el corazón.

Ella: Dedicate a pensar cosas lindas, así aclimatas mente y alma. Yo estoy en la cama, con los pies helados. No me vendría nada mal que me hagas cucharita. Que me calientes, que me toques y me cojas despacito… así.

Él: Me pones la pija dura de solo escucharte, pendeja. Quiero sentirte cerca.

Ella: Me das tantas ganas. Tal vez encontremos un rato para los dos. Para poder sentirnos; vos con la pija dura y yo inundada en mis jugos. Para poder llenar tu boca de mi y la mía de vos. Para que acabemos juntos, sintiendo nuestros cuerpos vibrar.

Él: ¡Mirate como estas, puta! Te quiero así, caliente solo para mí. Sí, me gustaría mucho tener aunque sea un rato para cogernos como animales, que tus jugos abracen mi pija dentro tuyo y llenarte la boca de leche por último.

Ella: No te das una idea qué bien que estoy, mojada, deseándote, imaginándote; a vos, tan lindo, con la pija dura… mmm si, eso quiero.

Él: Estoy para que me chupes la pija así, tan vestido. Arrodillada en un rincón, vos pajeandome… ¡Qué ganas, pendeja puta!

Ella: Vos me llenas la boca de leche... pero después me las vas a tener que chupar muy rico y hacerme acabar e inmediatamente después me vas a garchar toda para hacerme acabar de nuevo. ¿Está claro?

Él: Si, nena. Soy tuyo. Lo que vos me digas que haga, lo voy a seguir al pie de la letra. Te voy a hacer acabar con mi lengua hasta que me pidas que pare. Soy adicto a tu cuerpo.

Ella: Bien, me encanta. Sí, me encantas, ¡Me calentas! Qué ganas de estar con vos, ya mismo ahora y que las palabras se hagan realidad.

Él: Vos me das vuelta, nena. Soy esclavo tuyo en mi mente. Sos dueña de mis fantasías. Me muero por garcharte. No doy más.

Ella: No puedo dejar de tocarme, pensando en vos, en tu pija adentro mío, tus labios sobre los míos, tus uñas clavándose en mi espalda.

Él: Llenate los dedos de jugos como si fuera mi boca. Acaba mucho pensándome encima tuyo. Como me gustaría escucharte acabar, en mi oído. Necesito cogerte, pronto.

[…]

Él: Cómo habrás acabado, mi amor. ¡Qué rico!

Ella: Sí, riquísimo.

Prácticamente pude oír el sonido del auricular al colgar. A pesar de los susurrado, la situación caía del árbol con soberbia madurez. La expresión de su rostro desfigurada al escuchar esa agitada voz femenina al teléfono fue percatada por todos en el lugar. Ella lo controla y él se deja. Las ideas rebotan en su cabeza. Las imágenes lo invaden. Ella, acabada. Empapada de sí misma, empapada de él. Él, ahogado de deseo. Intenta disimularlo, pero ya es tarde. La erección en sus pantalones era solo una parte más del show.

Una vez más, la quietud del acabado logró vencerlo. Y contra el sueño de la soledad, él luchará.

(una vez más.)



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