martes, 22 de septiembre de 2009

Amor de adentro hacía afuera.

Hay veces en donde simplemente tengo ganas de calentarme escribiendo. Recordando una situación, leyendo los comentarios que dejan, hablar con alguien sobre alguna cogida particularmente exquisita, etc. No voy a negar que imaginarme alguna lectora tocarse mientras me lee, me calienta. A decir verdad, es algo que me calienta y mucho.

Afortunadamente eso no es todo.

Encontré en este espacio, un lugar para expresarme, valga la redundancia. He aquí otra razón por la cual escribo en este lugar y no en un papel de un cuaderno, o un word y no me lo guardo solo para mí: siento que mi mensaje puede ayudar a alguien. A veces es mi mensaje y a veces (por si no lo notaron aún) el mensaje de alguien más, citando algún músico, poeta, diálogo de película, etc.

Me llena el corazón de alegría cuando alguien me dice que le sirvió algo que le dije, algún texto que escribí o cité. Que eso era lo que necesitaba leer en un día gris como este o aquel. Llegado a este punto, no pretendo el prestigio o el halago de si el texto es mío o de alguien más, solo pretendo que le sirva a alguien, así como en su momento me sirvió a mí.

La mayoría no escribe, no comenta, pero sé que muchos leen. Mi máximo deseo es que en los casos en donde siento que estoy diciendo algo, (cuando hablo de sexo, no me importa mucho la verdad) la persona que lee se detenga a meditarlo un poco, tal vez leerlo unas cuantas veces más y pensarlo en relación a uno mismo. Si lo digo y lo expongo acá, es porque realmente siento que puede ayudar a alguien, a una gran mayoría. Tomándonos solo unos segundos de conciencia por sobre la inercia y vorágine de leer todo lo que anda dando vuelta por la red sin detenerse a pensar un momento, les aseguro que muchas cosas van a ir mejor. Pero bueno, eso es solo mi deseo.

Hay tanto y tan poco a la vez para hablar ó decir. En el fondo solo quiero poder ayudar al que lo necesite (De esta manera. No faltará el/la que salte diciendo "Entonces andá a las villas a ayudar ahí que lo necesitan más" etc. Para mí, parte de la solución está acá y acá es donde yo estoy y acá quiero estar y ayudar)

Siéntanse totalmente libres de todo, de escribir, escribirse entre ustedes, escribirme. Muchas veces, aunque solo seamos letras en una pantalla, uno solo necesita que alguien haga evidente aquello que tenemos miedo de revelar.

No hay que ser Buddha, Cortázar ó Gandhi para ayudar profundamente a una persona. En esta vida y en la gran mayoría de los casos, la solución a casi todos los problemas está al alcance de la mano.

Se los juro por mi vida que es así. Pero es tan difícil de ver...



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lunes, 21 de septiembre de 2009

Todo dura un instante.

Cuando despiertes en la mañana,
el calor aún estará entre las sabanas.
Mis ojos se posarán en los tuyos,
y sabrás que nada fue un sueño.



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lunes, 14 de septiembre de 2009

Tu vuelo al fin.




Te sientes la aguja de un reloj
que no sabe marcar
y solo da las vueltas.

No sabes que el universo sigue aquí
y nunca te importo,
pues solo le temiste.




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jueves, 10 de septiembre de 2009

La palabra justa.

Le tiré del pelo. Firme, decidido. Apoyé su espalda en mi pecho practicamente a la fuerza. Mis dientes se clavaron en su cuello y mi pija se deslizó por su culo. Unas pocas palabras de su boca salieron para dar por terminado el asunto.

"Llename todo el culo de leche, hijo de puta"

Y así fue. Suspiros al aire y contorciones en las sábanas. Pero a la pendeja no le alcanzaba con eso, tenía que acotar algo más antes de caer desplomada.

"Como me hiciste acabar por el orto. Tremendo"



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