martes, 21 de octubre de 2008

Con que... ¿Sexo eh...? A ver...

Ella entró como si nada, como si no fuese la primera vez que pisa mi casa, como si no fuese la primera la segunda o tal vez la tercera vez que nos vemos. Lo que era seguro, ella sabía muy bien lo que iba a pasar; pero yo en mi virgen ingenuidad, en mi virgen habitación, en mi virgen vida, con mi virgen sexo, no.

Que la comodidad, que la temperatura, que la musica… nada de eso parecía importarle a ella, que en dos o tres cuadros ya me estaba dejando totalmente sin ropa, desnudo, sobre mi propia cama. El siguiente cuadro la llevaría a ella a la desnudez, y el proximo y último, a la fúsion de nuestros cuerpos.

El resto de la pelicula fue lo inminente: humedad, olores, fuego, mucho fuego…. pero también cuestionamientos internos. Se montó en mi, se movia muy bien, me cogía muy bien. Todo me parecía bien, después de todo, no había punto de referencía. Me preguntaba a mi mismo a medida que ella se movía en circulos, de arriba abajo sobre....a estas alturas, mi durisima y humeda pija, si esto era todo, si esta era la razón por la que tantas personas peleaban, discutian, gritaban, gemían…

…mis pensamientos fueron interrumpidos por un firme "Andá arriba, cogeme toda, quiero sentirte bien adentro.." Ella sabía lo que hacía, pero a diferencia, yo no. Timidamente y con la esperanza de dar un digno placer a mi acompañante, me acomodé en la entrada de sus abiertas y sugestivas piernas que como nunca antes me invitaban a pasar y ponerme cómodo. Le pasé los dedos, tanteando un poco el terreno, y al encontrarme con mis manos empapadas de un mágico elixir transparente, no lo pensé dos veces.

La penetré como quien por primera vez huele una flor: con cuidado, suavemente.. con incertidumbre de como iba a ser ese sabor. Se sentía increible, su concha, sus labios estaban muy inchados y podía sentir como todos sus flujos bañaban mi pija virgen pero muy dura, expeditiva. Me recosté sobre ella poniendole mi boca sobre la suya y comenzé a besarla. Al principio muy tranquilo, calmado. Mi lengua humeda jugaba con su boca en busca de algo. Ese algo llegó cuando ella intercambió mis tiernos labios, por su lengua exploradora que tanto me encantaba. Me empezó a chupar el cuello, lo recorria con experiencia y firmeza: subió hasta mi oreja y sin preámbulos descubrío mi punto débil. Lo aprovechó y comenzó a pasar toda su lengua por mi oreja.. me hacía escuchar como su saliva se incrustaba en mi piel, me susurraba obsenidades. Me tenía donde quería. Pero todo pasó a otro plano cuando bajó sus manos hasta mi culo, el cual presionó desde allí, todo mi cuerpo sobre el de ella. Definitivamente sabía lo que hacía.

Me sumergí en un mar de suaves texturas, confortables temperaturas y agitados movimientos. Intentaba muy nervioso no apurarme. Disfrutarlo, pero cautelosamente. (Acabar tan pronto podría ser una experiencia muy traumática a estas alturas). La solución y desenlace de mis previos pensamientos, tuvieron una respuesta inmediata. Ver como mi pareja se retorcía de placer, como sus ojos acaramelados se tornaban blancos y se daban vuelta, me generaba mi propio placer; me hacía explotar por dentro, algo que jamás había sentido en mi vida, me fascinaba. La burbuja reventó cuando me dijo entre gemidos y agitadas respiraciones "Como me gusta que me cojas así, no pares, cogeme más fuerte, más...". Me sentí pleno, cegado. Quería más y más. Más de todo. Aceleré el paso, sus liquidos fluian por todos lados, podía sentirlos en la humedad de nuestras entrepiernas. La cogí más fuerte, más rapido, la chupaba más, sus tetas, su cuello, su cara. Ella gritaba, me gemía en el oido. Empapados en nuestro olor, en nuestros cuerpos, en nuestros sexos...ella me estaba desvirgando. La miraba más, la tocaba más, la sentía más. Más de todo. Todo extremo, al límite, bien como me gusta la vida. En ese momento le estaba entregando todas mis energías, toda mi intimidad, todo mi cuerpo, toda mi verga, toda mi leche...

No me pregunté si ella había acabado o no, si lo había disfrutado; yo estaba sin aire y decidí que lo mejor sería recostarme a recuperarlo. En silencio ella hizo lo propio y se recostó sobre mi pecho, le gustaba sentir mi respiración agitada. Mis pensamientos comenzaron a fluir en la tranquilidad de mi cama; pero fueron interrumpidos una vez más.... "hagamoslo de nuevo, me encanta como me coges" Y otra vez la tenía a ella montada sobre mi... cogiendome muy bien...

.. lo que ella no sabía era que me había dado de probar una droga muy dulce y adictiva....y con lo poco que yo me cuido de este tipo de drogas....



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10 comentarios:

killer queen dijo...

Hola!, quien sos?
Igual, te lei y me gustó, justo hoy conte la misma historia pero yo era ella y él, vos.
Suerte con el blog!

Agustina dijo...

Me encanto verlo todo desde una perspectiva masculina.. tengo q confesar que MIRAR escenas de sexo nunca me puso tanto como leerlas no se por qué.. y en cuanto al toque masculino, veo que uds lo describen mas... crudo, mas directo y eso ruboriza pero tambien.. gusta...

Sof U. dijo...

me sorprendiste
no sabia que escribias asi
me encanto
muy bien narrado
y como dijeron por ahi, q bueno leerlo desde una perspectiva masculina !

María Emilia dijo...

Hola, pasé a chusmear.
Muy buen inicio!
Saludos!

.M dijo...

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wow

.
tantos blog de sexo
y sólo unos pocos
valen la pena


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buenas descripciones
buena atmósfera
buen narrador

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besos

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(y gracias por pasar y decir)

Anónimo dijo...

ja! gil!
vos crees que ella NO SABIA lo que te habia dado de probar? jajajajajaja!

las mujeres sabemos.
siempre sabemos.

Maruuuuuuú dijo...

creo que no la pasaste anda mal, por ser tu primera vez!
segui disfrutando, es la mejor droga que puieda existir!
un beso

Vivian García Hermosi dijo...

¿Estás cogiendo con mi amiga Samantha jones (ese es su apodo entre nosotras) y no me contó nada?

Laperraseescapó dijo...

EXCELENTE BLOG!!!!
ME ENCANTÓ.....
Y COINCIDO, ES LA MEJOR DE LAS DROGAS...............
BESOOOOSSS

Anónimo dijo...

Ja jaaa... que ricosss esas humedades...

Me trajiste recuerdos.... Ummmm