martes, 10 de agosto de 2010

Fúndete, confúndete.

Me encantaría poder describir el sentimiento al verte desfilar en ese oscuro living de tenues luces. El contorno perfecto que te caracteriza, no podía estar mejor decorado esta vez. Esas medias de red junto con ese conjunto, pretendían desgarrar mi deseo de adentro hacia fuera. Ese culo que me hace delirar y esas tetas que tanto me encantan raptaron la atención de mi cuerpo y mente.

Te recosté y solo pude dedicarme a recorrerte con mis ojos, con mis manos, con mi lengua, con mi deseo. Vibrabas con cada roce y me mirabas. Me mirabas y me sentías en cada vibración. Pude verlo en tus ojos. Nos besamos un rato. No recuerdo cuanto. Seguramente lo suficiente como para recordar la perfección al besarnos. Suave, húmedo, caliente. Nuestro.

Te pegué a mí y me sentiste. Percibo la manera en que tu respiración se acelera en esos momentos. Empezaste a palparme y me encontraste con facilidad. Sé muy bien lo que te gusta arrancarme la ropa, te salís de vos misma. Me besaste de arriba abajo, solo para finalmente, estocar mi pija de lleno en tu boca. Recuerdo como la chupabas desde la base hasta la cabeza con intensidad. Tenés ese ritmo perfecto que me vuelve loco.

Tu cuerpo pedía descontroladamente que lo controle y eso hice. Te sostuve de los pelos y marqué el ritmo. Sé cuánto te calienta eso. Así estuvimos un buen rato. Me cuesta salir de ese estado hipnótico donde a pesar del aparente control sobre tu piel, sé que soy solo el esclavo de tu juego. Creo que tu cuerpo genera esa adicción. Tal vez tu boca, ya no lo sé a esta altura. ¿Qué más da? Te coloqué esas esposas de cuero que había elegido para vos y me dediqué a contemplar como seguías chupando y pajeando ahora más privada aún de movimientos que antes.

Me encanta como tu cuerpo deja en evidencia tu deseo. ¿Sabías eso? Te acelerabas y podía sentir como tus labios deslizándose por el tronco de mi pija pedían ansiosamente el final en vos. Intentabas con una mano en mi pecho, rasguñar mi piel, pero las esposas te obligaban a mantenerte en el foco de atención. Con la otra, a puño cerrado, me masturbabas sin descanso. Mis exhales a punto de acabar, fusionados con tus gemidos mientras llenabas tu boca de mí, llenaron todo el living de tu casa. Acabé en tu boca y te dispusiste a seguir, el turno cambiaba ahora.

Me pregunto una y otra vez qué es lo que me gusta más. Si tener tu boca en mi pija haciéndome volar, o tener mi lengua en tus labios rosados hasta llenarme la boca de vos. No logro decidirme. Pero que voy a seguir dándole rienda suelta a mi adicción a ambas cosas, de eso no cabe duda.



~

9 comentarios:

.choice. dijo...

ufff.. increÍble...

Wild Ceci dijo...

Leerlo me transporta a mis propios recuerdos eróticos y a antecer los próximos en mi imaginación. XD

Anónimo dijo...

Que lindo, que lindo chupar una pija hasta el final. Lindo, lindo, lindo.

.choice. dijo...

Cada minuto, destrozando tu piel.
Temo que tengo el control.
Temo que voy a darte el mejor show.

Anónimo dijo...

Fundirse hasta confundirse, la verdadera confusión

Carola dijo...

una verdadera adicción, yo tampoco puedo decidirme

Julieta Capristo dijo...

Qué liiiiindo es... ¿el amor?

Cami dijo...

¿y la galletita?

Cami dijo...

Bueno nos dejaste sin la galletita pero igual te deje un premio en mi blog :) postealos, no postealo, yo te lo paso jeje!
Besooo